martes, 12 de febrero de 2008

fondo de armario I

No tomarse la vida demasiado en serio…Buen intento, difícil de concretar, pero válido.
Cómo lograrlo cuando en un solo día, menos tiempo en realidad, apenas unas horas, nos cruzamos con dos nenes en el tren aspirando pegamento, otra persona nos pide unas monedas en la calle, en el centro vemos colas eternas para comprar un puñado de papelitos verdes y en el televisor nos enteramos que murieron dos personas por reclamar lo mínimo.
Estamos matando gente a diario: bebés, chicos, ancianos; en todo momento y en cualquier lugar. En simultáneo, tenemos privilegiados que hoy no se saltearon siquiera un plato en alguna de sus comidas.
El dolor va más allá del país y circunstancias concretas, de nombres propios. El conflicto es aún mayor: es universal. Porque el reclamo de monedas, la hambruna, el dolor físico y espiritual de millones no tiene jurisdicción. Aquel rockero acribillado era un soñador, pero cuando imaginaba un mundo sin fronteras no se refería al sufrimiento globalizado.
En algún libro leí que el futuro del hombre es la mujer, por su mayor sensibilidad. Habría que preguntar en Inglaterra qué opinan al respecto, luego de la experiencia concreta de los años 80, o en la Argentina, con ciertos tapados de piel, o en aquella presidenta caribeña coleccionista de zapatos.
No hay excusas, la figura legal sería algo así como “culposo con agravantes”; aceptemos el fracaso y ojalá disfrutemos de un encuentro cercano del tercer, cuarto y hasta décimo tipo con seres honestamente inteligentes.
Porque si ser inteligentes y tener capacidad de raciocinio es invertir millones en un transbordador espacial –joya, nunca taxi- que puede volar hasta el culo de la vía láctea para juntar piedritas para el tinenti y acá a la vuelta -en la India nomás- la Madre Teresa tenía que reciclar una maltrecha venda en cierto leprosario de Calcuta…Dejémonos de joder.
Hubiera preferido nacer con el intelecto de una almeja, de esas que luchan por evitar asomarse a la superficie en las playas de San Clemente del Tuyú. No en vano intentan eludir el contacto con la humanidad, ya que ésta, indefectiblemente, las arrancará de su hábitat para devorarlas crudas ahí mismo, just because.

(25 de Junio de 2002)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno Ja. Que profundo podes ser cuando escribís. No dejes de hacerlo aunque no te hagan comentarios. A veces (en general) solo leo pero estoy ahí aunque no escriba.

Marcelo.